Bombas para minas: ¿cuál utilizar?

Las bombas para minas son un elemento crucial de la actividad extractiva, debido a la complejidad de las operaciones y de los procesos que caracterizan al sector minero. 

En efecto, las minas presentan condiciones muy delicadas, que se caracterizan por humedad, gases corrosivos o inflamables, polvo abrasivo y, naturalmente, agua. 

Precisamente, la eliminación del agua es uno de los principales retos de la actividad minera: de hecho, muchas zonas de trabajo pueden encontrarse por debajo de la capa freática, lo que hace especialmente compleja su eliminación.

Un elemento adicional que hace necesario prestar máxima atención a la hora de elegir las bombas para minas son las consecuencias, incluso muy graves, que pueden derivar de eventuales daños estructurales y medioambientales debidos a un mal funcionamiento de los equipos.

El tipo – y también la cantidad – de bombas para minas necesarias para una actividad extractiva puede, además, variar de acuerdo a si se trata de

  • mina de superficie (por ej. una cantera)
  • mina subterránea (por ej. un pozo de mina)
  • mina submarina.

Las características de las minas y la variedad de los materiales extraídos hacen que cada proceso de extracción sea único y, en consecuencia, que la elección de las bombas para minas sea compleja. No obstante, algunos elementos son comunes a todos los procesos de trabajo, como por ejemplo, la necesidad de eliminar lodos y agua.

Bombas para minas: transferencia de lodos

Entre las actividades que caracterizan a cualquier proceso extractivo se encuentra la transferencia de lodos, que requiere bombas para minas específicas, resistentes y eficientes.

El lodo de minería es un fluido de desecho caracterizado por un alto contenido sólido. Dicho material, denominado también “torta”, a menudo es tóxico, altamente viscoso, deshidratado. Puede ser también muy abrasivo, porque a menudo contiene partículas de desecho de otros procesos, que se acumulan en el fondo de los depósitos.

El bombeo de estos lodos de alto contenido sólido puede dañar las bombas centrífugas tradicionales, provocando una pérdida de aspiración y eficiencia, exponiéndolas además al riesgo de cavitación. 

Una posible solución consiste en hidratar los lodos para transformarlos en aguas residuales: utilizando una bomba para aguas residuales se puede garantizar una mayor vida útil de la bomba y un menor mantenimiento. Este último aspecto garantiza también que el funcionamiento sea ininterrumpido.

Todas las bombas PEMO de Perissinotto S.p.A. permiten la transferencia de lodos de todo tipo, ya sean de depuración, abrasivos o ácidos, o bien concentrados como los que caracterizan al sector minero y a los áridos en general. 

Como bombas para minas, para la transferencia de lodos concentrados o espesados, están especialmente indicados sobre todo los modelos horizontales serie AO/AB y AO/AB/DC con aspiración lateral. En efecto, estos modelos son capaces de controlar la máxima presión que se ejerce sobre los componentes de estanqueidad, reduciendo el desgaste y preservando la vida útil y la fiabilidad de las bombas. 

Bombas verticales para la alimentación de hidrociclones

Los hidrociclones se utilizan en los procesos industriales y manufactureros para eliminar los sólidos de los líquidos de transporte, o bien para separar líquidos de consistencias diferentes. 

En las plantas de procesamiento de la industria minera se utilizan para separar los sólidos de procesamiento del agua, y la elección de las bombas para la alimentación de las mismas es muy importante.

Las bombas verticales para la alimentación de hidrociclones deben tener un mecanismo muy potente, dado que los materiales que trasladan son pesados y pueden contener también sustancias corrosivas o volátiles. 

Toda la gama PEMO PUMPS puede ser utilizada para transferir el lodo a los hidrociclones, para separar la arena y las partículas más pesadas, del agua. 

Los ejes, bases y cojinetes de las bombas para minas PEMO están sobredimensionados, para aumentar la vida útil mecánica de dichas bombas. Un diseño de calidad industrial hace que las dimensiones totales sean compactas.

Los rotores – de goma o metálicos – son de tipo abierto. Los metálicos generalmente están hechos de Hardalloy PEMO (750-800 HB), o bien, de AISI o Hastelloy C, pero bajo pedido pueden ser fabricados también de otros metales o aleaciones.

Los cuerpos están hechos principalmente de hierro fundido, y en dos partes separables; algunos modelos están disponibles en Hardalloy PEMO, y bajo pedido en acero inoxidable, Hastelloy u otros metales.

Entre las bombas verticales para la alimentación de los hidrociclones están especialmente indicadas las de la serie AUS.
Estas bombas para minas se caracterizan, entre otras cosas, por

  • ausencia de componentes de estanqueidad
  • rotores abiertos

y otras características que contribuyen a reducir los costes de funcionamiento: de hecho, respecto de los modelos horizontales tradicionales, las bombas verticales de la serie AUS han demostrado, en la mayor parte de las aplicaciones, un ahorro energético de entre el 15% y el 30%.

Bombas para el tratamiento del agua en las minas

Las bombas para minas destinadas al tratamiento del agua también pueden diversificarse de acuerdo a 

  • la etapa de procesamiento en la que tiene lugar este paso;
  • la ubicación del agua (por ej. en profundidad o en superficie) y el destino de la misma;
  • el tipo de agua a manipular.

En efecto, las aguas de minas pueden ser de tres categorías:

  • aguas poco agresivas, es decir, con una concentración de CO2 inferior a 10 mg. por litro, conductividad eléctrica de hasta 500 µS/cm (microsiemens por cm) y concentración de cloruros, nitratos y sulfatos por debajo de 150, 40, 250 mg/l respectivamente;
  • aguas medianamente agresivas (concentración de CO2 entre 10 mg/l y 500 mg/l; conductividad eléctrica entre 500 µS/cm y 1000 µS/cm, concentración de cloruros, nitratos y sulfatos por debajo de 150, 40, 250 mg/l respectivamente);
  • aguas muy agresivas (concentración de CO2 entre 500 mg/l y 1000 mg/l; conductividad eléctrica superior a 1000 µS/cm, concentración de cloruros, nitratos y sulfatos por encima de 150, 40, 250 mg/l respectivamente; concentración de partículas sólidas por encima de 500 mg/l).

Entre los tipos de bombas para minas más utilizadas para el tratamiento del agua encontramos, por ejemplo

  • bombas centrífugas sumergibles (la bomba y el motor forman una unidad; son en su totalidad sumergidas bajo el agua);
  • turbinas sumergibles (con la bomba y el motor instalados en un pozo o manguito de refrigeración; son sumergidas);
  • turbinas verticales, instaladas sobre un flotador (con el extremo de la bomba y el tubo de la columna sumergidos, y el motor montado sobre un asiento de motor fuera del agua). 

En algunos contextos es posible utilizar también bombas centrífugas autocebantes, accionadas por un motor eléctrico.

Las bombas sumergidas de la gama PEMO PUMPS, en su totalidad de metal, están diseñadas para garantizar una larga vida útil y una reducida necesidad de mantenimiento.

Las partes sumergidas (volutas, rotores, bridas de aspiración, manguito del eje) están fabricadas en Hardalloy, una aleación de hierro con una dureza superior a 800 HR: una garantía de prestaciones fiables en aplicaciones exigentes (hasta un 70% de sólidos, con presencia de partículas de hasta 20 mm de diámetro).
Los caudales varían entre 5 y 700 metros cúbicos por hora.

Entre las bombas para minas PEMO más indicadas para el tratamiento del agua encontramos los modelos S-FP603-HK125H1004H1706/99H.