4. Maduración

La etapa siguiente del tratamiento de FORSU es la maduración o humificación. Tiene lugar inmediatamente luego de la biooxidación y permite lograr un compost maduro, con un elevado contenido de sustancias húmicas, nutritivas y de enmienda. 

En efecto, es en esta etapa de maduración que se produce la síntesis de las moléculas capaces de otorgar al compost sus características húmicas. 

La maduración dura aproximadamente 45 días, período durante el cual las reacciones de degradación se vuelven notablemente más lentas, se registra una reducción de la temperatura y disminuye el consumo de oxígeno. Se asiste también a una reducción de los valores de pH relacionada con los fenómenos de síntesis. Durante esta etapa del tratamiento de FORSU los procesos biológicos se vuelven más lentos. No obstante, entran en acción microorganismos activos en las fracciones orgánicas no fácilmente biodegradables. La polimerización oxidativa de ácidos fenólicos y fenoles, taninos y polifenoles, da origen a sustancias húmicas y la actividad metabólica de los microorganismos aerobios induce la producción de: 

  • la fracción gaseosa, compuesta principalmente por anhídrido carbónico, agua, compuestos orgánicos volátiles;
  • la fracción sólida, constituida por una combinación de sustancias humificadas denominadas, precisamente, compost. 

El compost, enmienda orgánica del suelo de gran calidad, es capaz de abonar el terreno en modo completamente ecológico, con grandes beneficios incluso en términos agrícolas. 

Este proceso puede ser considerado más bien innovador en muchas zonas de nuestro territorio. En efecto, hasta no hace muchos años, en las plantas, la fracción de FORSU sufría un proceso exclusivamente aeróbico mediante el cual el residuo y sus subproductos eran transformados en una enmienda orgánica del suelo. Con el tiempo, este tipo de plantas mostró algunas criticidades, entre las cuales se encontraban el mal olor, el gasto energético y la escasa calidad del compost producido.

En tiempos más recientes, la digestión anaeróbica ha marcado el verdadero punto de inflexión en las etapas del tratamiento de FORSU, volviéndose fundamental en el sector de la gestión de los residuos orgánicos y de sus subproductos. Las mejores tecnologías actualmente disponibles invitan, por lo tanto, a una gestión de las matrices mediante un proceso de digestión anaeróbica seguida por un post tratamiento aeróbico de la fracción estabilizada y digerida (digestato) a fin de obtener una enmienda orgánica de suelo apta para la utilización en el ámbito agrícola.

5. Refinado

Casi al final del tratamiento de FORSU se encuentra la etapa de refinado, o bien, el proceso de digestión anaeróbica para el refinado del compost antes de su comercialización como enmienda natural del suelo. 

El refinado consiste en pasar el material por el tamiz para eliminar las partes más gruesas, como trozos de madera y de otros materiales no fácilmente descomponibles, como el vidrio y el plástico. Llegado ese punto, se obtiene un producto similar al humus, con un color marrón oscuro y casi inodoro.

El compost obtenido tiene todas las características previstas por la normativa sobre abonos y puede utilizarse para fines agrícolas, de floricultura y viverística.

La utilización de abonos de calidad representa una garantía desde el punto de vista ecológico. Por lo tanto, el compost está considerado un producto noble destinado a la comercialización. 

Todo tratamiento de la fracción orgánica se realiza de acuerdo a normativas nacionales que prevén el respeto de determinadas condiciones:

  • sanitarias;
  • ambientales;
  • agronómicas;
  • de sector

con el objeto de obtener un producto final perfectamente alineado con las exigencias de una economía circular.

En las regiones en las que el tratamiento se aplica desde hace tiempo, las realidades agrícolas locales se han beneficiado con un abono natural, sano y útil para la productividad. 

6. Almacenamiento

La última etapa del tratamiento de FORSU es el almacenamiento final. En este punto, el producto obtenido está listo para ser comercializado, con todos los beneficios ambientales que su uso conlleva.

En efecto, es conveniente detenerse en las numerosas ventajas que el tratamiento de FORSU conlleva: 

  • reducción de los residuos;
  • mejor fertilización del suelo;
  • menos abonos sintéticos;
  • menos pesticidas;
  • disminución de CO2 en la atmósfera;
  • mayor retención hídrica del suelo. 

Gracias al tratamiento de FORSU se reduce notablemente el depósito de residuos en el vertedero, mientras que la utilización del compost mejora las características físico-químicas del terreno. Los microorganismos y las raíces de las plantas se benefician enormemente y requieren menos operaciones mecánicas de preparación del terreno. Gracias a la acumulación en el suelo de elementos nutritivos orgánicos de liberación lenta, se reduce la utilización de abonos de síntesis, abonos nitrogenados y pesticidas. En efecto, el compost tiene un poder de fito-control que inhibe el crecimiento de hierbas y malezas, favoreciendo el ahorro de energía debido a la menor producción de abonos químicos. 

Su utilización implica también una reducción del CO2 en la atmósfera, efecto beneficioso sobre la reducción de las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente. La riqueza de sustancias orgánicas en el terreno presenta también otros beneficios ambientales, como la mayor capacidad de retención hídrica con un importante ahorro en el consumo de agua para riego, y una mayor resistencia a la erosión del suelo por efecto de los agentes atmosféricos.

En la última década el tratamiento de FORSU ha experimentado un crecimiento constante, a punto tal que los resultados y el cumplimiento de lo que establece la normativa de la Directiva de Residuos de la Comunidad Europea son cada vez más satisfactorios.

Si se mantiene esta tendencia de crecimiento, las expectativas ecológicas y económicas del país y los objetivos comunitarios parecen cada vez más tangibles y concretos.